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Es de noche, alguien se acerca a la puerta, roza el pomo sigilosamente, una musiquilla amable tintinea en la obscuridad, una silueta espantosa se abre paso acompañada del chirriar de las bisagras, la sombra de un enorme saco obscuro y siniestro se extiende sobre la alfombra. ![]()
Esta podía ser la entrada de hombre del saco, también llamado El hombre de la bolsa, o en zonas estadounidenses, Sacoman, en cualquier cuarto de cualquier niño pequeño. Es el hombre del saco uno de los asustachicos más conocidos y de mayor expansión en el mundo entero. Muchos pequeños se han escondido bajo las sábanas tras escuchar el relato estremecedor que su madre le contaba para impedir la desobediencia. ![]()
Esta figura espantosa, solía ser un hombre alto, de mediana edad, calvo, de mirada aterradora, fornido y con su consabido saco colgado del hombro. Atraía a los niños malos o revoltosos, o bien con suave música, o bien con su teatrillo ambulante, o utilizando cualquier otro medio de distracción. Cuando el pequeño se dejaba convencer por sus malas artes y acompañaba al terrible hombre del saco, sus minutos estaban contados. El perverso ser lo conducía a un lugar obscuro y apartado donde le retorcía el cuello. El cuerpo del muchacho sería entonces introducido en el saco. ![]()
Básicamente así es el hombre del saco. Para muchos investigadores un personaje al que recurrían padres sin mucha imaginación para asustar a sus hijos. Siempre es sencillo encontrar un hombre con un saco al hombro y más sencillo todavía realizar escabrosas especulaciones sobre el contenido de la bolsa obscura. ![]()
Es muy difícil que dos descripciones del hombre del saco, de dos personas distintas coincidan, es casi imposible pues este asustador, a pesar de ser el menos fantástico en su forma, como todos los asustadores profesionales se aloja en nuestra imaginación y memoria y adquiere un ropaje propio, fruto de nuestros propios miedos. ![]() Aún no disponemos de un dibujo de un hombre del saco. Quizás te apetezca a ti mostrarnos el horror de Sacoman. |