Los jóvenes deberán realizar una lectura conjunta de El Custodio con una puesta en común, con el fin de aclarar los pormenores de la historia y de asegurarse que todos han comprendido el desarrollo de los hechos y la distribución de los espacios que se describen en la historia: edificio, habitaciones, etc.

Los personajes de la novela gráfica también deben ser discutidos en común, no solo para comprender su personalidad sino también, para definir el aspecto que mostrarán en las viñetas. Se podrá llegar a un acuerdo, o bien, se puede realizar un concurso para decidir cómo los personajes serán dibujados, de tal manera que la obra mantenga su integridad, a pesar del gran número de dibujantes que participen.

Es importante determinar el tamaño de las viñetas que dependerán del plan previamente establecido para su montaje. Desde el tamaño tarjetón hasta del DINA4 existen muchas opciones entre las que elegir. Una vez establecido el tamaño se procede al reparto de las viñetas que podrá realizarse por sorteo o a petición propia. Cada dibujante quedará pues encargado, no solo de completar la tarea encomendada, sino también de trabajar los textos hasta ajustarlos al tamaño de los bocadillos que dependerán del de las hojas.

Una vez hayamos realizado todo el trabajo y dispongamos de todas las viñetas perfectamente dibujadas y numeradas, llega el momento de concluir nuestra novela gráfica. El modo de realizar esta tarea depende del gusto del grupo y del tamaño de las viñetas. La obra se puede exponer en el centro para el disfrute de todos. Y desde luego, tras inmortalizarla en una fotografía Mila Oya, la autora de esta actividad gratuita, os agradece que la compartáis con ella en Facebook.