eBook
Noche de difuntosComprar

Sobre el Teatro Juvenil en el siglo XXI-Final

Por Mila Oya


   Pero no solo el joven actor que se introduce en la piel de un personaje, disfruta de los beneficios de las artes escénicas, también el adolescente espectador consigue conectar con una obra con la que se siente identificado ya que utiliza su mismo lenguaje. Es por eso que el estilo coloquial triunfa en este tipo de teatro como medio de atraer la atención y logar la necesaria empatía. Añadido a un lenguaje sencillo y cercano al habla juvenil nos encontramos con el humor como otra pieza clave del éxito. Hablar de humor en el teatro no es sinónimo de tema ligero y superficial. A través de la ironía se pueden tratar asuntos profundos de gran complicación y de máxima actualidad y tal combinación agrada al adolescente y facilita su compromiso como actor y su disfrute como espectador.

    Como ejemplo de esta íntima conexión entre el humor y la trascendencia de la trama podemos mencionar la obra de mi autoría titulada: Cambiando el Mundo, que tanto en Latinoamérica como en España ha sido representada en cientos de ocasiones, siendo una de las preferidas de profesores y alumnos. En esta obra el factor humorístico es primordial y un personaje en concreto, El Coletas, concentra la broma y la ironía provocando la sonrisa y las simpatías tanto de actores como de espectadores. Sin embargo, el asunto del que trata esta pieza corta no es cosa ligera. Se propone al alumno la reflexión sobre la realidad del mundo en que vivimos y se le plantea la posibilidad de incidir en él aportando sus propias sugerencias, sus propias ideas. Así lo llevan a cabo los personajes de la obra. Cada uno de ellos contribuye a “cambiar el mundo” desde su propio punto de vista y estimula al espectador a ensayar también sus propias teorías que influyan en la realidad existente transformándola para mejor.

   Por supuesto las obras de teatro juveniles suelen enmarcarse dentro del denominado teatro de vanguardia, en el que la escenografía es casi inexistente y no lo es solo porque se sigan las enseñanzas del mítico director de teatro polaco Jerzy Grotowski que sostiene que el actor es "la base del teatro", puesto que es él quien genera el vínculo entre la obra y el espectador, sino sencillamente por la falta de medios que obliga a que, tal y como mantenía Jerzy Grotowski, el actor con sus diálogos sea el que soporta por completo el peso de la obra.

   Hablamos de teatro juvenil, pero también hablamos de amistad, emoción, alegría, tristeza, temor… Hablamos de sentimientos que se le presentan al joven a través del teatro y él consume y saborea con fruición. Hablamos de la humanización de la convivencia, de un mundo más plural y democrático. Hablamos de teatro al fin y al cabo. Esta fuerza generadora de potentes sensaciones ha irrumpido ya en el mundo de la educación para no dejarlo jamás.


ÍNDICE
GUIONES DE TEATRO DE MILA OYA

Noche de difuntos por Mila Oya

Página de la escritora Mila Oya