![]() -Yo no quiero darle el beso al sapo. No quiero casarme con el príncipe encantado. Lo único que quiero es coger mi mochila y salir a conocer mundo. ¡Deseo ser una buena exploradora! ![]() -¡OHH! La audiencia recibió la noticia con un profundo "oh" de sorpresa y de compasión por la otra inocente víctima de la historia. -¡Pero esto es genial!- gritó Jose emocionado- Si las dos partes están de acuerdo no hay ningún problema. El príncipe podrá seguir siendo sapo y tu serás una estupenda exploradora. ¡Es fenómeno! Todos los habitantes de la charca convertidos en espectadores, respondieron con una ensordecedora ovación; aplaudieron a rabiar lo que consideraban el final de la tragedia. -¡Bravo! -¡Bien! -¡A tope! Pero las cosas no eran así de fáciles. -¡AHH!- gritó la princesita amante de la aventura.- ¿Qué es lo que me sucede? ¡Era terrible!-La misteriosa e implacable fuerza del cuento no se daba por vencida y desoyendo los anhelos y deseos de los protagonistas, se esforzaba por cumplir lo escrito al pie de la letra: los dos supuestamente enamorados debían darse el famosísimo beso que rompiera el hechizo y los corazones de los dos desesperados. La princesita estaba siendo arrastrada ineludiblemente hacia la boca del horrorizado sapo. -¡Al ataque!- gritó Jose. Fue el grito de guerra que despertó al público de la tragedia y lo obligó a participar en la escena. ![]()
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