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En muchas ocasionas la verdad es dura, angustiosa y aterradora. En muchas ocasiones, tal vez, permanecer en la oscuridad de la ignorancia resulte tranquilizador. Pero nosotros, los amantes de la verdad, preferimos enfrentarnos cara a cara con el horror, aunque solo sea para ser conscientes de nuestra escalofriante realidad. Yo, Samiro de Gurna, he conocido la verdad humana, desnuda, clara y sin tapujos. Una realidad espeluznante que a todos esos seres humanos arrojados y atrevidos quiero revelar. En el silencio de mi mente la he escuchado. Entre las sombras del pensamiento me ha sido transmitida a través de neuronas rebeldes que deseaban comprender este universo en penumbra que dirige nuestras vidas. Y lo he entendido y lo he asumido, con repugnancia sí, pero con valentía. He sabido que cada ser humano no es más que un universo particular y genuino creado por una escalofriante sociedad de bacterias con el único fin de sobrevivir. Estos universos se relacionan entre sí exclusivamente para mantener la colonia y cada uno de nuestros sentimientos no son más que el reflejo del estado de opinión de los creadores y propietarios de cada universo . | |||||
Esa es la verdad. Por cada célula humana hay 10 células bacterianas. El genoma humano tiene 20.000 genes distintos y medio millón de genes de bacterias. ¿Es necesario conocer más para sentir un escalofrío recorriéndonos de pies a cabeza?
Es posible que no, sin embargo, esto no va a cerrarle la boca a Samiro de Gurna que segurirá desenmascarando a esos entes que nos poseen y que no son más que nosotros mismos. |
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El Demodex puede disfrutar de su corta vida sin nunca pensar en el territorio en el que se desarrolla. Su hogar se le antoja cálido y protector. Las pestañas de nuestros ojos son acogedoras y agradables. Un paraíso en el que vivir. Las jornadas son plácidas. La obscuridad y el reposo del territorio que huellan les animan a despertar. El alimento les rodea, picotean aquí y allá sin prisas, sin agobios, disfrutando del paraíso en el que viven. Devoran su entorno y practican sexo con placer, sin control, sin remilgos, sin cortapisas, hasta el amanecer. Su vida no parece un espanto, a pesar de que recorren nuestro rostro dormido, sin pedir permiso y sin intención de interrumpir el sueño. | |||||
![]() Demodex folliculorum |
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Sentimos un terrible comezón imposible de soportar. Espantosos picores que amenazan con conducirnos a la locura. Horrendos pinchazos que nos cortan la respiración y aceleran peligrosamente los latidos de nuestro corazón. La guerra puede ser larga, la batalla sangrienta, pero al fin los Demodex siempre vencen. Esto es así. La victoria es siempre, siempre, bacteriana. Y al final, al menos durante sus 18 días, regresan a su vida cotidiana. Solo comen, follan y revientan sobre nuestra piel mientras dormimos. ¿Podremos soportarlo, ahora que somos conscientes? ¿Podremos asumirlo ahora que sentimos sus andares perezosos por nuestros ojos? Yo Samiro de Gurna sí. ¿Y tú? ![]() | |||||