Érase que se era
una mosca charlatana
volaba por donde quería,
hablaba si le daba la gana.
Cuando los niños lo pedían
contaba cuentos de hadas
y si estos no querían
les contaba verdaderos dramas.
Como el del un moscardón vecino
que desahuciaron de una caca
por ser un zurullo muy grande
de un nivel que le superaba.
El pobre moscardón vencido
por aquella burocracia ingrata
abandonó abatido y herido
la caca que fuera su casa.
Y ahora sin futuro ni cobijo
trata de superar la frontera
en busca de excrementos extraños
buscando caca extranjera.
Y esta es la terrible historia
de un moscardón emigrante
que ahora va de caca en caca,
pero caca más elegante.