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Por Mila Oya
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Érase que se era, en el fondo del mar, un niño recién llegado que no dejaba de llorar.
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-Es a causa de tus temores que no puedes descansar, pues ignoras que los sueños se pueden y deben controlar.
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Llegó desde la superficie para a la vaca consultar, pues tiene tantas pesadillas que ya no se atreve a soñar.
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Tu me mandas las imágenes que yo tengo que ordenar. Si construyo pesadillas es por tu error al enviar.
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-¿Qué tengo, vaca submarina? ¿Porqué no puedo soñar con cosas dulces y divertidas y no hago más que llorar?
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Selecciona bien las imágenes. Olvida las más horrorosas y si se te cuela un ogro, al menos vístelo de rosa.
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